Como llegamos a Kioto muy temprano en la mañana, aprovechamos de descansar un poco durante la mañana y en la tarde fuimos a conocer el templo Kinkaku-Ji.
Este templo es también conocido como templo de oro o templo dorado, por la sencilla razón de que una de las construcciones que aloja el lugar está cubierta de oro.
Así como lo escucha.
El templo data del 1400, es un templo budista y está compuesto por varias estructuras, pero desde luego la que más destaca es el Pabellón Dorado, que una estructura de 3 pisos, la que tiene los dos pisos superiores cubiertos de oro. El segundo piso está vacío, solo con algunas pinturas en las paredes y el tercero tiene 3 figuras de Buda, todo esto según nos contaron porque no se puede entrar.
Es interesante hacer notar que, según la explicación oficial, esos dos pisos están cubiertos de oro no por su evidente valor monetario, sino por el significado de este como elemento que ayuda a alejar pensamientos impuros y negativos, así como pensamientos negativos hacia la muerte.
Harto cara la forma de evitar los pensamientos impuros.
Claramente el lugar es un mega-éxito entre los turistas y entrar ahí es sumergirse en un mar de gente tratando de tomarse fotos con el edificio dorado. Aún así, resulta bastante impresionante de ver, en especial porque la construcción brilla bastante y refleja los rayos del sol, lo cual hace de esta un espectáculo en sí misma.
Como si fuera poco, el edificio está rodeado de un jardín japonés, lo que configura un paisaje realmente de postal.
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