[LVM] Día 78 al 81 – Luang Prabang

Cerca de un mes estuvimos en Tailandia, recorriendo sur a norte, pasando por playas, ciudades y montañas. Por eso cuando partimos de Chiang Mai camino a Luang Prabang no pude evitar sentir algo parecido a pena en el estómago (aunque también pudo ser hambre), una suerte de nostalgia por adelantado por dejar el país en el que habíamos comido tanto y tan bien.

Nuestro vuelo despegó de Chiang Mai a Luang Prabang entre nubes y lluvia, siempre al alero del inquebrantable calor de Tailandia. La época lluviosa se aproximaba y se dejaba sentir con lluvias cada vez más frecuentes. Una hora después de que los motores del avión empezarán a rugir, estábamos en Laos, haciendo la fila para obtener la visa que nos permitiera país.

Trámite por aquí, trámite por allá, timbre, foto, revisión del pasaporte, miradas inquisitivas de los oficiales de inmigración, más revisión del pasaporte, mirar la foto del pasaporte, mirarme a mi, mirar la foto otra vez, a mi de nuevo, más timbre y listo, habíamos sido aceptados como turistas en la República Democrática Popular Lao.

Laos es probablemente uno de los lugares con la historia más desalentadora que nos hemos topado en el camino. Inicialmente fundada como Reino de Lan Xang, existió por cerca de 150 años. En 1421 su rey murió sin descendencia, lo cuál sumió el reino en caos y en una guerra civil que se extendió por 100 años. Eventualmente el reino fue reunificado por Sourigna Vongsa, quien murió sin herederos y nuevamente sumió el reino en caos, el que terminó dividido en 3 principados: Luang Prabang, Champasak y Vientiane. Cada uno de estos fue invadido, avasallado y eventualmente terminaron bajo el control del Reino de Siam (actual Tailandia) en 1770. Inicialmente el control Siam iba ok, pero en respuesta a una revuelta fallida en 1826, Siam saqueó Vientiane y acabó por esclavizar a toda la población Lao. Eventualmente el control de Laos pasaría a Francia 50 años después y se extendería por 60 años. En 1953 Laos proclamaba su independencia, solo para sumirse en una dura guerra civil, la que terminaría cuando el Partido Comunista Lao asumió el control del país, en 1975. En paralelo Laos además engrosaba la lista de víctimas de la Guerra de Vietnam, siendo invadido por el ejército de Vietnam del norte y bombardeado por Estados Unidos. Al fin en 1991, Laos por fin logró su primera constitución, 40 años después de proclamar su independencia. A esta altura, luego de cientos de años de conflictos y caos, la corrupción estaba tan internalizada en el país que hasta el día de hoy Laos es listado como uno de los país más corruptos del mundo y más de un tercio de su población está bajo la línea de la pobreza.

Triste por donde se mire.

La cosa es que ahí estaban los turistas rata en Laos. La visa de turista nos daba 30 días para movernos por el país. Sin embrago, después de bastante investigación sobre qué visitar, cómo llegar allá y de leer las experiencias de otros turistas, decidimos quedarnos sólo en Luang Prabang y luego movernos a nuestro siguiente destino: Vietnam.

La verdad, no es que no quisiéramos conocer un poco más el país, por el contrario. No obstante había 2 factores que nos empujaban con fuerza a seguir de largo.

Primero estaba el hecho que la época lluviosa ya estaba encima y se hacía sentir con fuerza en Laos. De los días que estuvimos allá tan solo uno no llovió, en todos los demás llovió o bien todo el día o parte considerable de este. Eso ponía cuesta arriba la visita de varias, si es que no todas, las cosas que nos interesaba ver.

Segundo estaba el hecho que las carreteras en Laos en general están en muy mal estado, haciendo que los viajes más bien fueran un largo culebreo esquivando los hoyos. Esto en conjunto al estilo de manejo del país (que para los estándares de la zona no era tan terrible) hacía que recorrer 100 Km tomara unas 3 horas. Tramos más largos podían tomar aún más, por ejemplo los 500 Km que separan Luang Prabang de Viang Xan tardaban aproximadamente 15 horas en ser surcados por tierra. A eso había que sumar que lo más probable era que esos tramos habría que recorrerlos en una Van.

En resumen, tomamos todo eso, lo pusimos en la balanza y el resultado fue que ya habíamos andado suficiente en Van mientras estuvimos en Tailandia como para mirar con buenos ojos un viaje de 15 horas en una. En consecuencia, la decisión fue que visitaríamos Luang Prabang y luego seguiríamos a Vietnam.

Luang Prabang es una ciudad bonita. De algún modo ha logrado mantener la influencia de la época colonial francesa y mezclarla con una imagen más propia de Laos. Como resultado en Luang Prabang puedes grandes casas de tejas, de aspecto muy occidental, insertas entre templos y palacios de un evidente estilo Lao. Acá puedes comer un croissant, un pastel o una sopa de vegetales salteados en mantequilla, y al mismo tiempo comer arroz salteado, batidos de fruta y brochetas con salsa picante de mango.

Luang Prabang encarna la mezcla con elegancia y tal vez el elemento insigne de dicha transculturación sean los baguettes que se venden en el mercado nocturno: básicamente comida Lao en un pan francés.

Los alrededores de la ciudad tampoco se quedan atrás. El clima cálido y la humedad favorecen la vida, y esta no se hace esperar. Prácticamente a donde sea que mires puedes encontrar selva o campos de arroz. A unos 30 minutos de la ciudad está Kuang Si, una serie de cascadas, muy atractivas, en las que puedes bañarte e incluso nadar. Además a unos 5 minutos está el Parque de Mariposas Kuang Si, donde es posible observar orugas, crisálidas y mariposas de Laos.

Para nosotros Luang Prabang fue un oasis de occidentalidad, en medio del vasto sudeste asiático.

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