[LVM] Día 11 al 13 – Punta Cana – parte 2

El post con la primera parte de los días en Punta Cana estuvo cargada con mi impresión de todo el asunto del resort, así que en esta parte pretendo escribir un sobre lo que hicimos.

El resumen rápido de lo que hicimos es: estar en la piscina y comer.

Un poco más en detalle, lo primero que hicimos fue llegar de cabeza a almorzar, porque estábamos pasados de la hora. Después de eso corrimos a ponernos traje de baño (en especial los enanos) y estuvimos el resto de la tarde en la piscina.

En la noche salimos a cenar a uno de los buffets y vimos un show que daba el resort todas las noches. Se llamaba Fiesta Latina. Y era más que nada una suerte de mix de música y bailes caribeños.

La comida del resort vino a confirmar mi teoría de que la cocina dominicana gira en torno al plátano, el cerdo y la fritanga.

Algo que me pareció particularmente confuso es que cuando en alguno de los restorantes del resort ofrecía algún plato, usualmente lo que te daba no era el plato como tal. En la práctica lo que vimos es que te daban una especie de recreación caribeña del plato. Es como que la carta dijera “bistec a lo pobre”, pero cuando llega en vez de vaca es cerdo y las papas fritas son de plátano verde.

Como que es, pero no es.

Eso nos pasó con una sopa de cebolla que en realidad no era sopa de cebolla, un creme brulee hecho con sémola, una fajita que en realidad era más parecida a un taco y un guacamole que no tenía palta.

Esto último creo que fue el caso más impactante de re-imaginación de un plato que nos tocó. Cabe hacer notar que esto no significa que la comida no fuera buena, por el contrario, usualmente era muy buena. Es sólo que es curioso pedir algo y que te den algo completamente diferente asegurándote que es lo que tú pediste.

El resort además tenía actividades como juegos, gimnasia, etc. Viviana hizo un poco de yoga un día, mientras que yo participé en una partida de waterpolo otro día.

En retrospectiva, toda la experiencia fue bastante entretenida.

PS: la piña colada era la sangre y vida de los pasajeros del resort.

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